29 de febrero de 2016

La fuerza de la oración en la vida



"Rezo pero no se nota en mi vida. 
Para derivar la fuerza de la oración en la vida, primero: sintetiza la oración de la mañana en una frase simple (por ejemplo: "¿Qué haría Jesús en mi lugar?"), y recuérdatela en cada nueva circunstancia del día. 
Y segundo: cuando llegue una contrariedad o prueba fuerte, despierta y toma conciencia de que tienes que sentir, reaccionar y actuar como Jesús. 
No pretendas cambiar tu vida, te basta con mejorar. 
No busques ser humilde, te basta con hacer actos de humildad. 
No pretendas ser virtuoso, te basta con hacer actos de virtud. 
Cuando estés descuidado o desprevenido, vas a reaccionar según tus impulsos negativos. 
Es normal. Ten paciencia. 
Cuando llegue la ocasión, procura no estar desprevenido, sino despierto, y trata de actuar según los impulsos de Jesús. 
El crecimiento en Dios es sumamente lento y lleno de contramarchas. 
Acepta con paz estos hechos. 
Después de cada recaída, levántate y anda. 
La santidad consiste en estar con el Señor...
Y de tanto estar, su figura se graba en el alma... 
Y luego... caminar a la luz de esa figura
En eso consiste la santidad. "

Padre Ignacio Larrañaga.